18 Oct Avances Terapéuticos
No hay faceta científica ni médica donde se esté investigando tanto como en el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer. Los tratamientos clásicos como la quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia se han ido perfeccionando. Cada vez son más eficaces y menos tóxicos consiguiendo así mejores resultados clínicos.
Sin embargo en el siglo XXI se comenzó a desarrollar la Terapia Biológica (Bioterapia). Se trata del uso de agentes muy sofisticados (moléculas pequeñas, anticuerpos, etc) que van dirigidos contra algún mecanismo esencial en el desarrollo de la célula tumoral. Entre sus ventajas están el ser muy precisos, eficaces y poco tóxicos. Sus inconvenientes principales son el elevado coste y que solo pueden utilizarse en subgrupos específicos de pacientes. A principios de siglo comenzamos a utilizar tres fármacos biológicos que cambiaron la historia natural de los tres tumores a los que se dirigían; Glivec® para sarcomas digestivos, Mabthera® para linfomas y Herceptin® para el cáncer de mama Her2 positivo. Desde entonces no hemos parado de tener novedades de bioterapia para la mayoría de tumores. La cantidad de sustancias que están actualmente pendientes de próxima comercialización o en fase de investigación es enorme. Todo este arsenal está permitiendo la disminución de la mortalidad por cáncer y el aumento de los tiempos de supervivencia en las situaciones que aún no pueden curarse; en muchos casos se consigue ya la cronificación de la enfermedad.
Nada de esto se hubiera logrado sin el esfuerzo de los investigadores, la inversión de los patrocinadores y sobre todo la colaboración de los pacientes que aceptaron en su día participar en un “Ensayo Clínico”. Esta es la única forma de avanzar en la mejora de los tratamientos oncológicos. El ensayo clínico es el procedimiento por el que los nuevos medicamentos son probados en el ser humano, para comprobar su valor en el tratamiento de alguna enfermedad. En el momento actual, las autoridades sanitarias de la mayoría de los países exigen que los nuevos medicamentos sean probados en el ser humano mediante ensayos clínicos bien realizados para aprobar su comercialización. Aun después de la comercialización de un medicamento, los ensayos clínicos con ese producto son necesarios para precisar más su verdadera utilidad. Los ensayos clínicos pueden estar diseñados por los propietarios de los fármacos (la Industria Farmacéutica) o por investigadores independientes o Grupos Cooperativos de investigadores. En España, los ensayos clínicos son sometidos a un estricto estudio por parte de los Comités Éticos de los Hospitales y del Ministerio de Sanidad antes de que sean aprobados. Este procedimiento garantiza que los pacientes que desean participar en un ensayo clínico no estén sometidos a ningún riesgo innecesario y reciban el mejor tratamiento posible.
Actualmente en una Unidad de Oncología existen buenos tratamientos y adecuada atención médica para los pacientes con cáncer, al margen de que decidan o no incorporarse a ensayos clínicos, optando así libremente por recibir los tratamientos convencionales o por entrar en algún ensayo. Ya que el paciente puede decidir no participar en un estudio sin que sufra por ello la más mínima merma en la mejor atención médica disponible. La decisión de participar o no en un estudio clínico e siempre voluntaria y gratuita.
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